Empezar
a escribir, en esta nueva ventana, que se abre a nuestra sociedad, es
cuanto menos ilusionante. Empezar a escribir, en esta nueva ventana,
sobre un asunto que tiene que ver con la mejora de las condiciones de
nuestro pueblo, es aún más ilusionante.
En
estos días, se ha presentado en sociedad la Plataforma por el
Transporte Público. Una iniciativa promovida por algunos colectivos
sociales puertorrealeños y, no sé si de la mano de algún partido
político. En cualquier caso, es una buena noticia que exista
movimiento organizado para sacar a Puerto Real del vagón de cola en
materia de transporte.
Bastante
paciencia tiene la ciudadanía ante las condiciones lamentables e
insultantes en la que está la estación. Que por cierto, cual
trileros, nos cambiaron una estación vieja con atención personal,
por un apeadero nuevo sin nadie que pueda atender a un viajero con
dudas. Para eso están las pantallas táctiles dicen desde Adif. Y se
quedan tan panchos. No seré yo quien enumere aquí las veces que
están los ascensores rotos, las escaleras mecánicas que ni suben ni
bajan, los servicios cerrados, y la suciedad saliendo de los
rincones.
¿Y
del “Comes”, qué decir? Autobuses que van llenos sin poder
montar a quién necesita cogerlo. Vecinos sentados en las paradas
esperando a un autobús que no saben cuándo llegará. Sin
información en las marquesinas, te remiten a un moderno código QR
para que te pierdas en una página web de lo más farragosa. Mucha
modernidad aparente para tapar un servicio deficiente.
Parece
que los asuntos pendientes son muchos. Además de la situación del
apeadero y los autobuses, hace falta una estación intermodal, la
segunda línea del tranvía, el apeadero en el entorno del barrio
Jarana y el clínico, la conexión ciclista con Cádiz a través del
Carranza,... En fin, un largo camino.
Con
sinceridad, deseo un buen y exitoso viaje a la Plataforma por el
Transporte Público. Espero que más colectivos se sumen y que los
partidos políticos, por una vez, se den la mano y juntos apoyen sin
fisuras las propuestas e iniciativas de la plataforma, dándole a
ésta el protagonismo ciudadano.
Yo
no quiero quedarme viendo pasar los trenes que no paran en nuestra
ciudad.